Swinger viene del verbo en inglés “to swing” que significa oscilación o balancearse. Swinger es aquella persona de amplio criterio casada o soltera que decide disfrutar con libertad de su sexualidad. Es una forma diferente a la común de vivir la sexualidad y el hecho de compartirse en pareja rompe con las reglas establecidas por la sociedad en cuanto a lo que se espera de una pareja. No es sólo una práctica sexual alternativa sino un estilo de vida considerada una subcultura ya que cuenta con una ideología, filosofía, lugares propios para reunirse, clubes, arte, literatura y hasta pueblos en Europa con habitantes exclusivamente swingers. Para muchos swingers, este estilo de vida es algo más que el contacto físico, es algo filosófico. La pareja swinger tiene dos extremos, mientras que las personas solas, sin que esto sea una regla, son en general un poco egoístas y más dispuestas a recibir que a dar.
En México aún es como una segunda vida, underground, que en su mayoría se lleva en anonimato, pero poco a poco hay más apertura y aceptación, aunque no tanto como en otros países o ni tanto como la de otros grupos con prácticas sexuales alternativas como gays o lesbianas que se han ganado a pulso su aceptación y lugar en nuestra sociedad. La gente que se encuentra en los grupos swingers es en general de nivel educativo y cultural alto y estratos socioeconómicos medio y alto, estudiantes, profesionistas, empresarios, políticos, artistas, casados (as), divorciados (as) y solteros (as). Hay diversas opciones para pasarla bien en cuanto a presupuestos, pero el estilo de vida en general no se considera barato y para muchos es algo elitista, principalmente por el hecho de que la mayoría de parejas que llevan años en el ambiente y han iniciado con este estilo de vida en nuestro país son de estrato socio-económico y cultural alto y lo han traído de otros países en viajes o cruceros por ejemplo o donde han habitado por algún tiempo.
Aunque existen clases de swingers, lo único cierto es que los grupos solo los diferencia la clase social, así como el nivel de elitismo, ya que existen grupos swingers que solo se entra bajo invitación o contacto previo, pasando al nivel de intercambio sexual solo en el caso de existir gusto mutuo o el famoso “click” de amistad, de lo contrario, no existe ni pasa nada mas, de igual manera existiendo swingers mas abiertos donde el sello principal, es la morbosidad y la promiscuidad.
Existe un sin fin de variantes y juegos para la intimidad de la pareja, siempre consensados, en las que se garantiza que nadie salga lastimado física, emocional o psicológicamente. El “wife swapping” o intercambio de parejas es parte de las prácticas sexuales alternativas del swinger pero no la única. Dado que hay solteros (as) dentro del estilo de vida hay diversas variaciones de prácticas sexuales como sexo entre tres (Hombre-Mujer-Mujer, Hombre-Hombre-Mujer, Mujer-Hombre-Mujer), sexo en grupo, gang-bang o sólo ver o ser visto (voyerismo y exhibicionismo), blizz (mujer-mujer). En muchas parejas hay bisexualidad principalmente en el sexo femenino.
A diferencia de una pareja liberal en la que se tolera el adulterio con consentimiento y aceptación pero sin necesidad de la presencia del otro, el swinger requiere de la presencia de su pareja en estas prácticas sexuales y disfruta hacer tanto como ver hacer a su pareja. La pareja swinger práctica el sexo con otras parejas pero sin separarse, trasladando el placer de uno a otro mirando a la pareja disfrutar. La pareja puede ser activa o pasiva, actor o espectador (Voyeur) y las prácticas sexuales pueden ser suaves (soft) en las que se incluyen besos, caricias y hasta sexo oral, y fuertes (Full) en las que se incluye la penetración.
El estilo de vida swinger demanda una pareja solida, estable, con amor, aceptación y consideración de uno por el otro, respeto y confianza, y un cambio de valores que lleve a superar los prejuicios y la represión sexual de la sociedad y la religión. La piedra fundamental del swinger es que la igualdad de la entrega es vital para completar la fantasía sexual y esta pasión compartida hace posible construir una complicidad en pareja para vivir en una libertad pactada. El swinger ha superado la soledad, los celos, el machismo, el feminismo y el adulterio. Su búsqueda principal son las fantasías compartidas en pareja, no hay monogamia ni fidelidad pero si lealtad y siempre se plantean las negociaciones a través de un código acordado y bien definido. La pareja swinger inicia compartiendo fantasías y estando bien en su sexualidad íntima e incluso, es el incremento en el deseo y la libido lo que nos lleva a buscar nuevos horizontes. Revivir el estímulo sexual perdido en una pareja no es la función de la práctica swinger. El dialogo constante es un factor determinante en las parejas swingers ya que formamos parte de un comunismo sexual que para sostenerse lo requiere, o de otra forma se detonarían celos o reproches según Livinoff. Todos estos elementos son característicos de la pareja swinger. Si esto no se logra o no existe puede ser desastroso para la pareja, pero cuando los elementos se han dado, previamente a la práctica swinger, resulta enriquecedor para la pareja. Es errónea la creencia de que una pareja con problemas lograra solucionarlos encontrando estos elementos dentro de la práctica swinger ya que el estilo de vida no los aporta, los demanda y los enriquece. Una pareja que carece de estos elementos e intenta llevar este estilo de vida inevitablemente ira en declive. Para los swingers hablar con su pareja de lo vivido después de un encuentro y llevar estos recuerdos a la cama es excitante y enriquece su vida sexual.
El miedo de ver gozar a nuestra pareja con un tercero lo transformamos en confianza y, al compartir una fantasía, la imagen de ver disfrutar a nuestra pareja con otro (a) nos causa placer mutuo.
Este artículo fue sacado del blog Gabyjesus (https://gabyjesussw.wordpress.com/tag/swinger/). Créditos para ellos.
Alexa y Mateo 